miércoles, 30 de abril de 2014

El derecho del hombre es infinito

Podemos tomar cualquier decisión. Lo difícil es afrontar el resto de la vida, sus consecuencias inesperadas.
Esto es irrefutable

Debe existir otra vida antes y luego de ésta; Yo creo que allí se dan las próximas oportunidades.
Esto es sólo una idea

El arrepentimiento no sirve de nada, es sólo la conciencia haciendo su trabajo
Esto es algo que estoy por verificar

El amor es la vía más sublime por la cual se llega a ser inmensamente feliz y por la que podemos sentir la tristeza con la misma intensidad que esa felicidad
Esto es la conclusión que tengo sobre el amor ahora que soy adulta


Todo esto lo dice Karla y sus tres M.

Dos corazones y cuatro ojos. Tanto en mí

Esto es el relato de un día cualquiera de mi tiempo embarazada. Era un lugar caluroso en la carretera que lleva a Ciudad Bolívar desde oriente del país. Destino no tan grato, destino con una madre moribunda con cáncer. Esta era la razón del viaje.

 Papá con cámara, mamá con nauseas. 

No sé que hacer con ellas, porque eso de portaretratos ya pasó de moda. Y la verdad quedaron lindas, no porque salgo yo en todas las fotos, sino porque Salvador me hacia llorar de nauseas y vómitos y aun así yo le sacaba sonrisas para las fotos -y él a mí-. A pesar del destino.

¿Será la alegría? A pesar de las penas.












domingo, 20 de abril de 2014

García Márquez decía que era cursi, la marioneta que sólo necesitaba un trozo de vida



Me gusta saber que a veces tengo razón, aunque suene a soberbia. De igual forma, no es que tenga la razón en su totalidad algunas veces, pero me acerco a ello algunas (Otras tantas estoy bien equivocada). Pero me gusta ver todo sin pastillas, eso que muchos no ven porque les da flojera mirar y observar de verdad. 

La vida es una constante de publicidad, de popularidad, de comprar y vender. Y a qué me refiero, para dejar de hablar tanta letra mía, me refiero a nuestros ídolos, a nuestras deidades y favoritos. 

Hace unos días falleció el grande de la literatura y con premio Nobel de Literatura (premios con el cual tengo mis suspicacias por algunas precedentes entregas a personalidades sin sentido) Gabriel García Márquez, Gabo, como de cariño le llamaban hasta los que nunca han leído algo de él. En fin, Gabo era un duro con las letras, era un tipo de talento, con su agilidad para escribir cosas que a muchos llegaba y llenaba. Estudioso y conocedor, culto. Era un tipo fácil de idolatrar. Ahora aquí vienen mis reflexiones. Hay una carta de despedida que le adjudicaron su autoría cuando no era éste su creador. Él en defensa propia da una contestación a esto, y dice así:

Lo que realmente me puede matar es la vergüenza de que alguien me crea capaz de haber escrito un texto tan cursi.
Luego de leerla, de ver a quién realmente pertenece, la forma de desmentirla de García Márquez, y la respuesta que da su verdadero autor, sonrío y digo: El hombre entre su genialidad y talento vive, pero no quiere decir que sea aquel hombre perfecto, humilde, y de ego pasivo y calmado digno de idolatrar como ser humano, léase bien, como ser humano. Aquí Gabo deja su ego al descubierto, y responsablemente luego de saber que la puso y avergonzado con su respuesta, pide disculpas al autor del poema: 

En verdad, el poema no es malo ¡quién quisiera escribir así! 

Ahora bien, a las pruebas me remito. El verdadero autor de este texto es un hombre, que obviamente  no ha tenido la popularidad de Márquez. Claro, no hizo en su vida algo como Cien Años de Soledad. Hizo otro tipo de obras maestras como trabajar con una marioneta de trapo, El Mofles. Se refieren a Johnny Welch, joven humorista mexicano. Autor del poema apócrifo, La Marioneta.

Me parece que quedó claro (ellos se habrán entendido) el asunto de que no era de uno sino de otro. Y que Welch no sabe quién le atribuyó el poema a García Márquez y lo distribuyó por todo el mundo.  El marionetero habló con los medios de comunicación para aclarar que él era el verdadero autor del poema y que era ajeno a su difusión por Internet. Su defensa dice así: 

A mí me duele profundamente que el señor García Márquez diga que él no se atrevería a escribir una cosa tan cursi, pero respeto su opinión.

Es comprensible que el artista defienda su obra, su trabajo, su creación, su producto. Que proteja su imagen e integridad, (Yo haría lo mismo. Defenderme) pero es en esas ocasiones, en esas situaciones que parecen trampas, donde sacaremos nuestro verdadero individuo. En todo caso el poema a una cantidad de personas le pareció fantástico, yo lo leo y me llena la vena del optimismo. Creo que para gustos hay colores. Pero es una obra que debería entonces llevar su verdadero autor, con orgullo y determinación; a Márquez le pareció ridículo y cursi, él sabía que era verdaderamente bueno en lo que hacía para decir algo así. Yo no le juzgo, mis respetos. Pero también pude conocer más de ese ídolo y estrella de la literatura, que es antes que eso, una persona de carne y hueso como yo, como todo mortal. ¡Si, es mortal!, por favor dejen de decir que era una cosa de otro mundo, el ser humano puede hacer cosas extraordinarias con la inteligencia que posee y el trabajo. 

Después de dicho todo ese individualismo mio, sólo espero que el que lea (creo que nadie) pueda hacerse sus ideas, sacar conclusiones, confirmar la grandeza de Gabo, reconocer el autor del poema que todos identifican con Márquez, cualquier cosa con esto. ¡Pero ridículamente hemos estado lanzando esta pelota cuando el poema es realmente de una marioneta!, que finaliza diciendo:

(...)porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo..

¡Grande, Gabo! ¡Bravo, Welch!

Para que comprendan mejor el tema les dejo el poema: 
(Yo lo considero sencillamente hermoso)

La Marioneta

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva pensaría todo lo que digo. 

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. 

Dormiría poco y soñaría mas, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. 

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...! 

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. 

Dios mío, si yo tuviera un corazón.... escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. 

Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. 

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... 

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. 

Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor. 

A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. 

A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar. 

A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres..... 

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad esta en la forma de subir la escarpada. 

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. 

He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo...

Fuentes:
http://www.laondadigital.com/laonda/LaOnda/001-100/39/garcia%20marquez%20visito%20a%20johnny%20welch.htm

http://www.telemadrid.es/node/224471/

http://manlioargueta.com/poesia/garcia-marquez-la-marioneta-de-trapo/

viernes, 18 de abril de 2014

Lo que pensaba en el año 2008

No hay cuentas ni números, no hay tiempo ni espacio para ser feliz. Pero sí hay vida, y se hace tan corta. Apenas se puede aprovechar.

Las esposas felices se suicidan a las seis

(...) La explicación de que las mujeres sometidas a su condición actual de amas de casa terminen por suicidarse a las seis de la tarde, no es tan misteriosa como podría parecer. Ellas, que en otros tiempos fueron bellas, se habían casado muy jóvenes con hombres emprendedores y capaces que apenas empezaban su carrera. Eran laboriosas, tenaces, leales, y empeñaron lo mejor de ellas mismas en sacar adelante al marido con una mano, mientras que con la otra criaban a los hijos con una devoción que ni ellas mismas apreciaron como un milagro de cada día. "Llevaban", como tantas veces he oído decir a mi madre, "todo el peso de la casa encima". Tal como lo hacían sus abuelas en otras tantas guerra s olvidadas. Sin embargo, aquel heroísmo secreto, por agotador e ingrato que fuera, era para ellas una justificación de sus vidas. Lo fue menos muchos años después, cuando el marido que acabaron de criar logró una posición profesional y empezó a cosechar solo los frutos del esfuerzo común, y lo fue mucho menos cuando los hijos acabaron de crecer y se fueron de la casa. Aquél fue el principio de un gran vacío, que no era todavía irremediable porque dejaba una grieta de alivio en el trabajo más aburrido del mundo: los oficios de la casa, con los cuales las perfectas casadas solitarias sobrellevaban las horas de la mañana. Todavía no comían solas si el marido llamaba en el último momento para decir que no lo esperaran a almorzar: algunas amigas en iguales condiciones estaban ansiosas de acompañarlas. No obstante, después de la siesta estéril, de la peluquería obsesiva, de las novelas de televisión o los telefonemas interminables, sólo quedaba en el porvenir el abismo de las seis de la tarde. A esa hora, o bien se conseguían un amante de entrada por salida, de aquellos que ni siquiera tienen tiempo de quitarse los zapatos, o se tomaban de un golpe todo el frasco de somníferos. Muchas, las que habían sido más dignas, hacían ambas cosas.

El comentario de los amigos sería siempre el mismo: "¡Qué raro!, si tenía todo para ser feliz". Mi impresión personal es que esas esposas felices sólo lo fueron, en realidad, cuando tenían muy poco para serlo.

Gabriel García Márquez 

jueves, 17 de abril de 2014

Un comercial para la salud

Estuve en una conferencia muy enriquecedora donde se habló de los principios y conceptos básicos del Ho’oponopono que, básicamente, es una filosofía hawaiana que invita a borrar todo aquello que nos complica la existencia, con lo que no nos gusta vivir o, dicho de otra forma, lo que “nos hace” sufrir.

Si hablamos de “borrar cosas” pensaríamos en esos recuerdos de momentos tan difíciles que nos ha tocado vivir, personas que nos han herido o cosas que hemos hecho mal, ¿verdad? Pues, en parte, esta filosofía trata también sobre esos puntos, pero de una manera muy peculiar.

Va entonces mi primera reflexión: “Perdono porque me amo y sé que no merezco sufrir esos rencores…” ¿Nos hemos dado cuenta de todo lo que nos atormentamos pensando rencorosamente en esa persona? Y, mientras lo hacemos, ¿somos conscientes de la cantidad de sentimientos negativos que estamos experimentando?

Por ejemplo, más de una ocasión sentimos un nudo en el estómago, se nos ponen frías las manos, nuestro cuerpo se tensa, apretamos la mandíbula y en más de una ocasión terminamos llorando. ¿Hemos imaginado lo que esto significa para nuestro cuerpo? Es decir, qué es lo que empieza a fluir por nuestra sangre, en nuestro hígado, en nuestros músculos.
Literalmente nos estamos haciendo daño, también físicamente. Pero más allá de lo físico, lo que estamos haciendo es alimentando, emocional y mentalmente, esos sentimientos negativos y esos recuerdos, agregándoles más valor sentimental (negativo, por cierto). Esto nos hará aún más difícil la tarea de soltar y poder conseguir el tan anhelado perdón. ¡Pero hasta nosotros nos damos la orden de no perdonar! “Esto es algo que nunca perdonaré”, ¿les suena?
Ahora veamos el otro lado, es decir a nuestra contrarte (si fuera una persona) o la situación que tanto nos duele. ¿Le pasa algo si lo odiamos? ¿Siente algo en el momento en que estamos enojados recordándolo? ¿O ni se entera de que estemos atravesando por un mal momento? Duele reconocerlo, pero así es. El rencor, el “no perdón” es un daño de una sola vía. Lo peor es que es “de nosotros, para nosotros”, a nadie más le afecta.

Así que la idea de perdonar porque me amo y sé que no merezco estar acarreando esa destrucción a mi vida, es completamente cierta y saludable. No para los otros, sino para mí.
Revisemos a quién aún no perdonamos, revisemos qué situación de nuestra vida aún no hemos resuelto, qué pensamientos nos hacen enojar, odiar, llorar de cólera.  Y por amor a nuestra vida y a nuestro derecho de vivir felices, ¡soltémoslos!

Por  TUTI FURLÁN, 

lunes, 14 de abril de 2014

Monólogo al viento




Poco tiempo estuvimos apretados, juntos. Con una proximidad sin explicación. Estar allí no fue necesidad de ninguna otra cosa que estar allí contigo. Te necesitaba y no lo supe hasta sentir tu aliento acercarse a mi. Tu mirada de que me querías hacer feliz, tu sonrisa que no disimulaba la gratitud de verme, o tu voz que me hablaba de deseo, tu inquietud que me alteraba los nervios. No conocía de ti pero sabía que existías. Cuántas sabrán que existes y cuántas te habrán encontrado como yo. No quiero saberlo. Pero quiero saber siempre, así sólo lo lleve en mi pecho como un amuleto de la suerte de lo que está en la distancia, que te tuve. Te tuve así sin explicación como pocas veces me ha pasado (para no decir que es la única). Yo no tengo mucha experiencia que contar, pero la cantidad no me habla de calidad. Lo que he tenido ha sido extraordinario, de tallas preciadas. Puedo contarte como una experiencia, entonces; de esas que busco continuar o de esas que dejo ir. Es, a pesar de todo, un festín recordarte con deseo y anhelo, así como pensando y planificando lo que te haré si te vuelvo a ver. Tu me gustas, y creo que puedo llegar a adorarte, si es que ya no lo hago. Aquí yo no te vengo a hablar de amor, es evidente que nada tiene sentido sin amor y es más que evidente que yo escriba cartas por amor, porque siento hambre todo el día y eso es amor.

Pero vaya monólogo, si me he puesto enamorada. Si, no te burles que a mí no me causa pena ni vergüenza, porque esto sería la última cosa del mundo que todo mundo buscaría antes de morir, y como sé que viene mi muerte algún día, ya estoy buscando lo que necesito antes de morir.

Tú me gustas. ¡Tanto! Si te sientes afortunado, es porque tanta gente linda enloquece por ti, y es que tienes una alegría eterna pegada a ti. Pero yo creo otra cosa, tú eres eso que siempre yo buscaba ser; eres un modelo, una matriz donde encajé perfectamente sin un poquito más o menos. Te veo mil defectos, si. Te veo anormal e irregular, te veo en centelleos imposibles de atrapar. No te puedo tomar para mi, sería desconfigurarte, estropearte, alterarte; sería matarte antes de yo morir, y luego que mueras yo tendría que proclamar la liquidación de mi amor porque mata a personas que adoro sin explicación.




domingo, 13 de abril de 2014

Ayúdame

Acertijos invadiendo el cerebro como telarañas
Zumbido en los oídos como de abejas sin miel
Telarañas que se tejen sin ningún sentido sensato
Abejas locas encolerizadas danzando la danza del diablo
El diablo amigo de un ángel que juega a encontrar un sentido a las telarañas
La danza que hace un zumbido de los pies del ángel rozando el piso
Y el diablo no quiere solucionar el acertijo del ángel enredado en las telarañas que están rodeadas de abejas buscando miel




sábado, 12 de abril de 2014

Quebranto taciturno danzando

¿Has visto un muñeco de tela barata donde la costurera clava una aguja distinta cada día?
¿Has visto un nido de paja deshecho en el suelo luego de caer de un árbol?
¿Los pequeños huesos de un cadáver de renacuajo en un charco?
¿Qué has visto tan lúgubre como esto que ahora acostumbro ser?




En la Foto: Diana Vishneva


Comerciales didácticos

Nosotros somos una especie, una más, y nos creemos dueños de la tierra. Hay un número impensable de seres vivos haciéndola a ella.

ttp://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/04/130409_descubren_cueva_cuarcita_auyantepuy_msd.shtml

martes, 8 de abril de 2014

Decían que era desprendida


Así, desprendidos. Como mi Betzabeth. Una persona desprendida de lo material y lo superficial. Ella que no se veía tanto al espejo ni usaba gomina. Esa que no se maquillaba, y que amaba sin limites, que daba al que necesitara, al que no tenía, al que padecía, y de eso que no tenían, que ella no tenía a caudales tampoco,  lo sacaba de su corazón. Allí, de donde se desprende el amor. No sé cómo. Y vivió sólo 50 años, bien hubiese querido un poquito más, pero no 50 más.

...Y si tu película es vivir 100 años, pregunta si venden pastillas para no soñar.

Así les canta Sabina.

domingo, 6 de abril de 2014

El selfie en apogeo

No sé en qué momento me hice diferente o indiferente, el asunto es que poco me mueve y conmueve lo que anda en la moda de hoy, lo que a los jóvenes de 10 años o 5 años de edad menor que yo, o los de mi edad dichosamente,  anda motivando. Capaz es que me esté fijando en un grupo o en algunos con características muy diferentes a las mías. Pero pensándolo bien, siempre fui una desadaptada en todos los entornos en que residí -en el colegio, en la escuela de danza, en el curso de guitarra, en el plan vacacional, en el bachillerato y en la universidad-, fui exactamente todo lo contrario a lo que mis compañeros querían ser o buscaban. 

Entre estas redes tecnológicas sociales cibernéticas se lee y escucha cantidad de modismos, frases y palabras construidas a partir de la tecnología y las nuevas formas de comunicación, aparte de que todo esto está nominado en el idioma que nace, el ingles. Twitter, facebook, tumblr, instagram, y palabras como selfie, hashtag, infinito...Vuelvo entonces a lo que me acongoja (esa palabra no está de moda ahora), puede que yo esté rechazando todo esto, pero por qué, es que acaso como no lo manejo muy bien lo aparto y alejo para que no roce mi aprendizaje, mi identidad y personalidad; por temor? Es que soy tan antisocial, o asocial? Soy tan amargada o tan obstinada que prefiero no aprender lo que éstas generaciones, en las que yo formo aún parte, traen a la actualidad (ellos son la actualidad). Y yo entonces dónde me quedé, porque en mi adolescencia y pubertad tampoco era afín a la moda de ese momento.

El caso es que me choca de la manera más feroz decir : el selfie; me revienta, me fastidia, me hace sentir boba, poco sincera conmigo y mis ideas. Nada tiene que ver con principios, ni cómo mis padres me criaron, y es que con ellos fui por primera vez una rebelde. Tan pronto aparece cualquier bobera me indigno y digo: "y esto a quién se le ocurrió", me burlo un rato, miro con resistencia a quienes hacen uso de estas modas (sin ánimos de ofender. Mis hermanos las emplean en alegría), y luego se me quita. Pero siempre hago todo lo posible para no introducirlas a mi vocabulario, el que temo se empobrezca a medida que van pasando modas y más modas y yo sigo empleando: tarjeta telefónica, nota al pie de página, acongojada, posdata, autorretrato, etcétera.





Karla M. 
La del problema soy yo

Un Regalo

Hay cosas que se hacen con excelencia. En ello entra el estudio previo de cualquier tema que se pone en manifiesto en lo que crearás, el enriquecimiento en todos los ámbitos y medios que te hacen llegar a,  que te hacen desarrollar el  la,   los, o las. Esto y un montón de cosas más que no sé expresar con conceptos.

Hay cosas de buen gusto y originales que el autor maneja de pie a cabeza. Esto para mi, una humilde espectadora, ignorante aun de tantos temas y propuestas artísticas, es un excelente trabajo.


 http://vimeo.com/53394874

(Además es sexy)


viernes, 4 de abril de 2014

Recuerdos de una Escuela (Aymara)



Primera coreografía moderna en la escuela de danza en donde me formé. Esa primera vez cuando entiendo que con este tipo de música se podía bailar entre un arabesque y pirouettes. Coreografía en homenaje a Aymara, una chica que muere muy joven de cáncer.  

Le bailé a una desconocida, era una amiga de aquella maestra coreógrafa. Yo en aquel montaje tenía trece años de edad  y entendí en aquel momento lo que debía interpretar. Entendí ,sin conocer, el dolor de aquella maestra por la pérdida de una amiga. Hace tres años mi madre murió de cáncer, no le hice una coreografía, le estoy haciendo mi vida, mi vida en homenaje a ella.

Disfruten la canción. 

miércoles, 2 de abril de 2014

No siempre escribo aquí la verdad


a veces es sólo lo que quiero que sea. Así que les aconsejo no tomen decisiones al leer mis frases mal redactadas. La vida no es tan fácil como lo que aguanta el papel (la pantalla). A veces es novela, a veces es para que alguien se lo crea.

Anécdota real: 
Me dijo que no podría saber que alguien (cualquier alguien) no tuviera para comer. Entonces no lo soportaría, y que me daría de comer todos los días.

Sólo por eso, como a cualquier viviente, como los señores que caminan a su lado, los que firman sus contratos, el que le vende el diario, el del taxi, la señora del cafetín y la de la panadería... Así como ellos, yo no tendría que pasar hambre todos los días.

Y para dejar de querer lo que te quiere con tripas, dale un plato de comida al día...

martes, 1 de abril de 2014

Olas profundas las venas









Hagamos más que el amor
Hagamos la vida entera
Ten esta mano y no la desperdicies
Úsala de una manera que prefieras

Hazme de ti y de tu carne
Y traslúcida quedaré cuando atravieses el umbral
Distaremos algún tiempo
En el que no procuremos más la vida y amar

No te detengas
Prosigue y coloréame de azules/ violetas/ celestes
Impregnada quedaré cuando destiles el bálsamo
Inmacúlame y déjame de aire impaciente /sedienta

Hagamos esto ahora
Tenme/ toma/ sosténme
Estoy adentro/ estas dentro/ adentro
Podrás ver mi endeble vena galopar al sonido de los latidos retumbantes
Que dejó pegado a ti mi marea que golpea de ola al amor



Karla Medina
Imagen de Alejandra Pizarnik