domingo, 19 de febrero de 2012

Melancolía

La escuela privada donde eramos dos niñas en la sección
La perrita, Giselle
El perro, Spot
Habían moscas en el patio
El camión de la basura del que mi mamá gritaba cuando pasaba en frente de la casa
Paseos al parque Ruíz Pineda
La caída en el parque del preescolar que quizá es el motivo de mi locura
La pena y el miedo
El café con leche de mi mamá
La escuela de ballet
El sol picando la piel a las 2 de la tarde mientras esperaba el autobús
El carro de mi papá accidentado
El ratero que entraba por el techo de la casa
Un yogurt de vasito distribuido para 5 personas
Las peleas con mis hermanos
Los viajes
El mercado
El cuarto compartido
El televisor y los canales de cable
El agua
La casa a las 6 de la mañana
El leotard remojado
Las multas de la profesora
Las Barbies





jueves, 2 de febrero de 2012

La Diosa




















eros-ágape_
Magdalena la santa o la pecadora- Será María de Betania?
Isis y Afrodita.
Feminismo, maternidad, función sexual.




















Algunos datos sencillos: Les encantan las flores, los perfumes y aromas fuertes, las joyas. Ególatras. Cierto grado de narcisismo.

Como las vean, como las vieron, como las caractericen y materialicen, siempre que sea y haya sido con la más pura femineidad.

A algunas les gusta danzar...

miércoles, 1 de febrero de 2012

Fe de erratas



Un golpe de piso, pies descalzos después del último gemido, agitado, arrobador, prodigioso suspiro,
tan fuerte como las manos grandes que sujetaban la cabellera que rosaba suavemente el piso cuando aun dadivosa era, con las gotas que rodaban por la cadera quebradiza y fina que solían ser tomadas por las manos grandes, y el eco de la suave voz que prometía y pretendía fueras suya nada más.

Un respiro manso que no pretendía ser muestra de nada, de nada, más bien consecuencia de la paz y armonía con la que se respondía cada mirada culpable, golpes de pecho culpables, no se de qué, de amar, en recibir y dar en el mismo lugar.

Degeneradas sonrisas que no se regeneraran jamás, de golpes de piso con pies descalzos, de suspiros como si es que nos llevaron el alma, el alma porque se siente vació el cuerpo de tanto amar, de aquellos besos que llenan y que el estomago no agradece jamás.

Un latido fuerte que espasma los músculos y luego los vuelve a soltar, donde terminaban somnolientos los ecos del vigor redundando en vital, los ecos del respiro de la furia de la vida, de la vida regocijada en las sonrisas y en la alegría de la cabellera que aún dadivosa caía.

Estrellas de pecho, de hombro, de espalda, descubiertas de día aunque la luz estuviese apagada. Doradas, marrones, manchadas. Golpes de pisos con pies descalzos, golpes de pechos de culpa yo no se cual, golpes del alma, mi vida, de tu alma.