miércoles, 16 de junio de 2010

Melancolía de morir




Si mañana muriera me llevara el cariño que me has dado. Guardara conmigo, quizá en un bolsillo, alguna frase romántica que me hayas regalado. Desataría en el viento algún remolino de lluvia para que rociara gotitas a tu cara. Buscaría entre la tierra raíces que no emerjan y las haría emanar como trigo, como arroz, como flores, como cayenas. Si mañana ya no estuviera.

Grabaré lo que me dolió porque no lo quiero olvidar, guardaré algún beso que me haya gustado más, y como son muchos los que me han gustado, tendré que abrir espacio entre los recuerdos del dolor para hacerlo entrar. Buscaría en la tierra piedras sin nombre y a todas les pondría el tuyo para que cuando tu también te vayas quede el sortilegio de que exista algo llamado como tu.


Si mañana muriera quisiera que quedaras satisfecho de mi amor y del que me diste. Risueño de las piedras con tu nombre, con las cayenas que emergieron, con el rocío de lluvia en tu cara, y conmigo que hice hasta lo inverosímil para que mi felicidad fuera junto a la tuya, con la tuya y a la vez fuera la tuya.