jueves, 26 de agosto de 2010

Recien llegado


Tierno no?

















Emanan dulzura, suavidad, paz, inocencia... amor.

Y pensar que no son de otra naturaleza que no sea la nuestra. Distintos a nosotros, los grandes y adultos. A los que se le mancha la piel, se les cae el cabello, los que se tiñen el cabello, los que tenemos las extremidades
más largas. Pensar que somos los mismos. Los que nacimos algún día e hicimos inmensamente feliz a una madre o a un padre. Los que emanamos ternura y una piel sonrojada por la sangre roja y fresca que nos recorre el cuerpo.

Pensar que no cabía conciencia aprendida en el pequeño e inteligente cerebro. Pensar que no cabía maldad en la única conciencia innata que poseíamos que era la de tener hambre, sueño, y recibir amor. Pensar que no cabía desdicha. Pensar que no había espacio para querer ser alguien o algo distinto a lo que eramos, no mas que simples y adorables criaturas del universo.

Con lagrimitas puras sobre piel aterciopelada que provocan embeleso.

Manitas arrugaditas del poco tiempo que llevan extendidas con uñas delgaditas y que brillan
con esencia.


Con labios rosados e hinchados pronunciando un dócil suspiro entre cada respiro.

Gusto o disgusto sin mesura.

Únicos, originales, absolutos. Más que cualquiera de los grandes.


Pero si somos los mismos. Qué ha pasado, qué ha cambiado, quién nos ha ensañado a ser lo que ahora somos, quién nos ha quitado nuestra esencia y belleza de origen.

sábado, 14 de agosto de 2010

Profeta Pnosis



Me he estado involucrando con mis pensamientos cada día mas. Es posible que pase doce horas con la tarea preferida de la mente... pensar.

Dioses, musas, mesías, el Padre. Leo acerca de María Magdalena y me enciende el menester de conocer más acerca de la historia de esta mujer relegada por la iglesia a un papel secundario durante mucho tiempo. Y si hace unos cincuenta años se comienza a dar conocimiento de la realidad, o de lo que no se contó acerca de ella, entonces es mi época la que le compete investigar dicha vida y mujer. Es el tiempo de saber verdades, es el tiempo, (quizá siempre ha sido) de desaprender y limpiar la memoria un poco para que entre nueva información.

Me he dado a la tarea de indagar y de predecir, tal vez la palabra que quiero utilizar sea "profetizar"-aunque suene desorbitado- hechos futuros, y además conciliar el pasado al presente. ¿Sera que he estado inventando el destino Acaso creo que hay un destino?

Queda mucho que estudiar, queda mucho que saber y de no creer, queda mucho por desacreditar. Queda mucho que entender y queda mucho que ignorar. Por los momentos ese es el motivo de que la sangre este corriendo en estas venas, no me iré sin saber el motivo, no partiré del mundo sin llevarme un secreto y sin aclarar abrumadas dudas, así enloquezca, así deje mi cabeza sobre una mesa, ensangrentada con los sesos afuera.

Fatalista, dramático, desarticulado, utópico, crédulo? Probablemente.
Hora de dormir.




..dicen los monjes budistas, que para
llenar una recipiente primero se necesita que este vacio..a veces la
mente y el alma estan tan llenas de cosas que se crea un caos, es
necesario vaciarlas para que la verdad y la luz entre en ellas sin
esfuerzo...

A. V.


















jueves, 12 de agosto de 2010

Tan cierto. Tan certero

‎"Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente ... sólo con el tiempo..."

La cita la tomé de alguna parte que no recuerdo

martes, 3 de agosto de 2010

Sin foco

Hoy es un día de los que mas te extraño. Pareciera que ayer estabas conmigo y hoy noto mas tu ausencia.

No me duele la costumbre. Porque de ti no era costumbre, de ti era algo significativamente vivo y visceral. Era la sangre tuya en mis venas.

Que tengo a cambio de tu partida. Que me diferencia a mi del resto del mundo que no ha tenido semejante perdida.

No quiero escuchar mas la consolación de lo que viene, porque lo que viene no me alegra sin ti, porque no puedo emprenderlo con alegría, ahora no hay alegría.

Mi debilidad me hace pensar que hubiera sido mejor haberme ido junto a ti, pegada a ti, porque es insoportable afrontar este día y la vida sin ti.