Según la imagen de Pico de la Mirándola, el hombre es un camaleón. Puede escoger el bien o el mal, ser ángel o bestia. Es responsable de su infinita libertad. Entre lo diabólico y lo divino, tiene la responsabilidad de trazar el buen camino: el de la glorificación de la obra que utiliza el orden que se le ha entregado para construir una escalera ascendente.
De: Los Motores Ocultos del Renacimiento
Reflexión que a lo mejor se queda corta:
Hagamos de ella (la existencia misma) algo extraordinario en lo positivo, porque somos capaces de ser extraordinariamente malos. Es la gran virtud del hombre, lograr cosas insólitas y excepcionales. La mano que puede todo desde instrumento de violencia a instrumento de sanación; el cuerpo dotado de ilimitadas posibilidades; y una mente que puede borrar todas estas palabras e inventar otras para definir mejor al hombre y al universo.
K.M.