"Me quiere, si me quiere. ¿No quiere estar conmigo? Si, si quiere estar a mi lado. Pero ahora es más difícil que antes. No hay vuelta atrás, por lo menos no la conozco. ¿Qué hay que hacer? Torció el camino, no tiene arreglo, antes por lo menos estaba en nuestras manos decir: ¡ya!. Ahora hay tanto involucrado en ese "ya" que lo primero que actúa es el miedo antes de decidir. Da tanto miedo dejar, y da tanto miedo tomar lo que quieres contigo a tu lado sin hacer daño en otra parte. Yo lo quiero, amiga. Siempre lo quise". (Decía yo).
"Pues de verdad me parece tan lamentable y doloroso, ver como alguien puede perderse tanto en el camino, y luego que le sea imposible regresar. Ver como las consecuencias de las acciones pueden ser tan definitivas. Pienso en él y si realmente el quiere estar contigo, me parece triste que el resto de su vida vaya a pasarlo así. La manera en la que el canalizó sus confusiones, sus temores, sus carencias. Ahora tiene que vivir esa vida tan compleja, pero no puede arrastrarte a ti con eso". (Decía ella)
Nunca nadie había entendido tanto