martes, 29 de julio de 2014

Todos con el ojo puesto


Es gracioso y a la vez engorroso darse cuenta de (sin buscar) cómo la gente crea (de crear) la historia y el cuento de lo que sospecha celosamente. La gente inventa aquellas historias que necesita leer y escuchar. Definen sentimientos, y los gestos y expresiones son meticulosamente estudiados para no fallar en sus diagnósticos. He aquí un objeto de estudio por muchos: YO.