sábado, 18 de agosto de 2012

A la hora del cambio



He andado como una gitana desde hace diez años. Una ciudad llena de gente. Incompleta seguridad para no decir totalmente insegura, caótica y a la vez esplendorosa porque puedes llegar a ver el esplendor de ti en algún lugar de ella, porque en ella todo lo hay, pero desorganizadamente.

He andado como una gitana. He vivido en tantas zonas de ella... He compartido con muchas personas que terminan convirtiéndose en mis familias adoptivas. He conocido formas y costumbres, he tenido la experiencia de convivir con ellas sin ningún vinculo familiar. Gente, que ríe y llora, que grita y calma, que odia y quiere, que me quiere o no en su casa. Se la pasan adoptándome, y yo pagando una cuota del débito de sus aposentos.


He andado como una gitana soportando la idea de no tener una casa propia. Una casa que no buscaba hasta hace un par de años cuando vino a mi vida "Salvador". Y entonces él ahora se convirtió en un gitanito... Mi carrera no paga para vivir sino como para alquilar el "trailer" del circo en que ando. Y a duras penas.

He andado como una gitana. Pero no escribo esto para provocar lastima, más bien para contarles que tengo encima una batalla andada y ganada. Una fortaleza de espíritu, un cuerpo arraigado a los pasos que doy que con optimismo y esperanzas logro dar por completos. Siempre hasta el final.

He andado como una gitana y quizá mi virtud para muchos es un simple andar de vida de hippie. Para otros , los de la vida corriente y ordinaria, una fracasada.

He andado y les cuento que no me va mal, que estoy contenta porque lo logré, porque hice lo que a muchos les causa miedo y lo que ha otros no les contenta porque no es lo que dicta la sociedad. He andado por muchos caminos y he conocido todo lo que he anhelado, he visto y vivido lo que sueño desde niña, he conocido maravillosos seres humanos, he conocido el comienzo del hambre más no el hambre en sí porque apenas lo vi dije que no sería para mi a menos que practicara el ayuno como "Sidartha".

He andado como una gitana y mi circo son mis ojos, mi público mis oídos, mi payaso es la vida, porque no la tomo tan en serio como los que luchan para que ella  tenga algún sentido único y material, establecido a un arquetipo creado por la sociedad. Mientras más defiendan todos esos estilos, yo más ganas tendré de inventarme el mio.



La imagen arriba: es de mi cabeza y mis anhelos
Foto: