Duran Duran

No soy la misma

 Ya no soy la misma, soy otra. 

Disculpen, no soy la misma. Hasta he borrado lo que no me gustaba de mi. 

He cambiado. Me he arrepentido de tantas cosas, y a veces ni creo que de mi mente e inspiración haya salido cosas tan diferentes a mi.

Cuán equivocada estaba, o es posible que sea ahora que lo esté. No lo sé. La verdad es relativa.

Pero sí es real que soy otra, no soy la misma. Y lo admito para que recapaciten y sepan: que soy otra, no soy la misma.

La imagen es de la primera entrada en este blog en 2008

Gracias Norah

Las princesas y los finales

Cuando una estrella alcanza su quiebre final, desaparece

Cuando los huesos se gastan del trabajo o la enfermedad se rompen

Cuando el corazón sufre a diario, deja de ser en algún momento parte  del alma y solo queda para bombear la sangre y mantenerte vivo. 

Una leyenda cuenta que una princesa andaba perdida por el mundo, había perdido su reino, a sus padres , su familia, su corte. La cuna en la que había vivido llena de protección y de ilusiones infantiles la había abandonado para perderse en el mundo sola. Y así fue, sola en cada lugar conociendo lo que no sabia. Se detenía a ver a otras princesas de otros pueblos y países, y ninguna se parecía a ella, porque todas querían llegar a ser reinas, ella le bastaba con ser princesa.

Cuando se pierde la esperanza, nada la vuelve a traer con el mismo título

Cuando se muere lo que más adoras en tu vida deberías reinventarte, ser otro y fingir que habrá algo adelante que adorarás más.

Sheryl Crow - Soak Up The Sun

Un hombre como un niño

Para ti mi vida.

Te dije que de estar tan feliz podría morir.

 Puedes hacerte adicto a cierto tipo de tristezas. 

Pero no tenias que alejarte de mi y hacer como si no fuésemos nada. 

A veces pienso en todas la veces que me destrozaste.

Que letra tan sencilla y maravillosa. Un hombre y una mujer en perfecta sinceridad de lo que les duele y dolió. No cuesta tanto, solo desnudar el alma por amor.

Salvador y todos esos angelitos que están y vendrán

Con lagrimítas puras sobre piel aterciopelada que provocan embeleso.

Manitas arrugaditas del poco tiempo que llevan extendidas con uñas delgaditas y que brillan con esencia.

Con labios rosaditos y apelmazados  pronunciando un dócil suspiro entre cada respiro.

Gusto o disgusto sin mesura.

Únicos, originales, absolutos. Más que cualquiera de los grandes.

Pero si somos los mismos. ¿Qué ha pasado, qué ha cambiado, quién nos ha ensañado a ser lo que ahora somos, quién nos ha quitado nuestra esencia y belleza de origen?