viernes, 28 de enero de 2011

Desde allá. Donde nadie conoce

Desde afuera el punto no se ve tan incandescente.
Afuera de la hoguera no se siente el mismo calor.
Fuera de los dedos no se siente como crece la uña.
Desde otro ángulo no saben cuanto ha sido, cuanto fue, y cuanto sera.

Pretende saberse y entenderse lo que no mora. Lo que no se respira .
Y dar una palabra que busca aliento, pero desafortunadamente no es la más acertada. Porque nadie sabe.
Lo que paso, la verdad.
Desde afuera no se logran notar los detalles, los destellos, los defectos... la prolijidad.

El olor desde allá no se percibe igual con la misma dulzura con la que afloro aquí.
Como se oyó allá no se oyó igual desde aquí.
Y como se noto desde allá- ellos, y tú, y ellas... y tú- no fue lo mismo que sucedió aquí. En mi. Desde aquí, por aquí, dentro de mi.
Y como ayer y como antes de ayer pudo ser y haber sucedido lo de hoy
Porque para unos una verdad puede ser mentira y a la inversa

Cada consciencia crea su realidad. Cada ojo sabrá como mirar.
¿Con que ojos me han visto pasar?
Vivir desde acá seria distinto, sabrían cómo. O quizá no, porque haberlo empezado a vivir les hubiera hecho escapar. Pero yo no escape de mi realidad, de la realidad.

Y ponerse en el puesto de los demás
Y querer entender
Y saber y querer escuchar
Y sentir de verdad
Y creer y ponerse en el puesto de los demás.
Distinto a no saber y creer saber una verdad.