martes, 7 de abril de 2009

Un viaje















Un pasaje a la luna, un pasaje a Júpiter, un pasaje a Filipinas, un pasaje hasta el Sol... Los mejores; los que decides tú, los que planeas tú los que quieres tú. A cualquier lugar del universo, sea astral, físico, o en sueños y pesadillas, es "Un Viaje". Como si te trasladaras en el tiempo, como si vivieras muchas vidas a la vez, como si retrocedieras el tiempo, como si miraras el futuro, como si te fueras a la muerte, como si volvieras a nacer.

Tu cuerpo y tu espíritu se trasladan, algunas veces solo uno de los dos, otras veces los dos juntos (y es maravilloso), siempre y cuando uno de los dos se traslade, se entenderá como un viaje. Ayer tuve uno, fue espiritual, me fui a mi vejez; en mi mente no salia de la cabeza una anciana con muchos nietos, una casa inmensa con jardines y largos pasillos dentro de ella.


Experimenté la sensación de la vejez, y me di cuenta que mis necesidades y mis prioridades no eran las mismas a las de hoy en día, y que esos intereses serían vagos y vanos para mi hoy, que mi familia era todo lo que tenía, y que solo tenia algunos recuerdos de mi inédita juventud, y los tenia como si se estuvieran borrando, como se empaña de vapor el espejo de mi baño, lejanos como las estrellas, sin importancia alguna para ese entonces, cuando fueron tan importantes acontecimientos en mi juventud.


Luego regresé del viaje, me di cuenta que tenia en mis brazos a mi sobrina, que lloraba como loca para que la soltara a jugar por el piso, y el viaje se borró de mi mente, no lo recordé más hasta ahora que trato de hacer un esfuerzo para recobrar algo de él. Mañana tengo otro viaje, a Puerto la Cruz, espero viajar con las dos fuerzas, la física y la espiritual, porque algo me dice que solo iré físicamente, pues no me emociona, no me entusiasma mucho, sin embargo lo haré, para disfrutar con mi familia.


Hice un gran viaje, fue fuera del país, fuera del continente, y me llevé las dos fuerzas. Era fácil desconcentrarse y no aprovecharlas, pero me mantuve en esa tarea todo un mes. Me hice sentir en otra parte del mundo, con otro idioma, cultura, y religión; y logré mucho, logré cosas que en mi lugar, en mi casa, y en mi país me hubiera costado un año o más, y repito solo fue un mes. El mejor de los viajes, todo mi ser se trasladó, y todo mi "YO" aprendió. Jamas lo podré explicar.


Invéntate un viaje, ahora mismo, trasládate en el tiempo, o en el espacio. Imagina como será Dubai, imagínate la luna, o cómo eras antes de nacer, dónde estabas, qué eras. O a donde vas cuando mueras. Viaja a la época de tus tatarabuelos, o a la de los padres de estos, o a la de los abuelos. Vete del país una o dos semanas. Veras, esto de viajar siempre trae cosas, siempre trae conocimiento, siempre trae vida. Marca el kilometraje que traes en algún lugar de tu ser.