sábado, 12 de marzo de 2011

No es mañana


Viviendo es a diario
Una tras otra hora, uno tras otro minuto
Este momento en que lees y escribes
No mañana ni hasta luego
Este segundo en el que estas pensando el siguiente
Ahora que no tienes amor
Ahora que no tienes dinero
Ahora cuando quizá tengas hambre y no tengas alimento
O ahora que gozas de seguridad y confianza
Ahora que te diviertes y disfrutas
No para el futuro que aseguras
Porque mañana cae sobre ti un diluvio de agua fría,
y se caen los cerros,
y se derrite el hielo,
y te entierra la brisa
y te mata la enfermedad...

Porque mañana nadie lo conoce
Mañana no estará quizá lo que deseaste y lo que tendrías con el ahorro
Porque mañana no se si existas

Aunque seas responsable que sea en tu alegría
Alegría aunque tengas hambre
Alegría aunque te tumbe el viento
Aunque se salgan los mares

Viviendo es a diario
No es cuando pase el caos
Si mañana no hay caos entonces quizá ya no tengas aliento
No es mañana ni hasta luego


http://www.youtube.com/watch?v=JBvWefY9UQc&feature=related

martes, 8 de marzo de 2011

Tarea para la casa: La reflexión hecha acerca de mi profesión. Parte I

Estuve en tres compañías de danza en Italia. Hice clase en dos de estas. Pero eso no es el tema de ahora. A lo que me voy a referir esta vez es a lo que me han mandado de tarea en mi trabajo; "reflexionar" ; "por qué permanezco en la compañía del Ballet del Teatro Teresa Carreño"?.

En dos de las compañias que visite en Italia me han preguntado que por qué estaba buscando trabajo allá. Por que buscaba entrar en estas si eran compañias experimentales con sueldo bajo. No tenían escenarios, no tenían coreógrafos ni maestros estables, no tenían ingresos para montar grandes producciones, no tenían más de diez bailarines en nómina. Por qué Karla estaba allá?

Si, era Europa. Era una vida distinta, calidad para vivir, seguridad, desarrollo... Eso buscaba. Pero la verdad me di cuenta de lo que en mi país tenía. De mi gran escenario, de los ballet's que me faltaban por bailar, de los buenos maestros, de vivir en mi lugar, de la gente que quiero, de simplemente el Ballet Teresa Carreño; su nombre, su presencia sólida, su historia, su grandioso proceder. Mi maestra contándome sus anécdotas de cuando fue bailarina y su desempeño en nuestro país.

La tarea fue solucionada. Reflexione! No me quiero ir, no es lo que deseo hasta el momento en que me veo a las cinco de la tarde en frente del metro pensando si me voy al terminal a comprar un boleto de regreso a mi ciudad, o si me voy a dormir en casa de una amiga, o si me voy corriendo a la habitación que estoy pagando con mi anormal y defectuoso sueldo. No me quiero ir hasta que voy al mercado y no me puedo comprar las frutas porque no me alcanza lo que cargo . No me quiero ir hasta que pienso en que soy madre y tengo un bebé que me cuidan lejos en mi ciudad natal porque no tengo como mantenerlo en la ciudad donde está mi singular trabajo. No me quiero ir hasta que me cobran la mensualidad de la habitación y la tengo incompleta por haber gastado parte del dinero en el mercado.

Me quiero quedar y luchar hasta que al bailarín, al trabajador del arte, al sublime artista se le reconozca. Se le respete, y como dicen por allí se le dignifique! No me quiero ir, y quiero ver como de todos los estados del país esté gente interesada por venirse a la capital y entrar en la compañía de danza más importante de Venezuela. No me quiero ir y quiero ver que entienden todos que ser bailarín no es juego. Quiero ver cuando los políticos y gerentes culturales sepan con certeza lo que somos, lo que hacemos, lo que significamos para la nación. Como las orquestas se encuentran dejando en alto a Venezuela en todo el mundo, porque tienen un propulsor y representante que ama la música, y que le importa el desarrollo cultural de su país. No me quiero ir y quiero estar presente en el futuro, en el que el ser parte del ballet de mi compañía sea una de las cosas más superiores que le suceda al bailarín venezolano.

Es obvia la razón por la que permanezco en este lugar. Es obvio y no hay mas que agregar. Y el amor, la pasión y la entrega que le doy a mi carrera debe ser igual que la de otros tantos bailarines más . Si sumamos esas ganas de bailar de cada uno de nosotros podríamos mover algunos centímetros al mundo. Sacudiríamos a unos cuantos para hacerles entender nuestra profesión. No somos brutos, no somos ignorantes, -y ya es disparatado decir esto-. Somos quizá hasta más listos y capaces que los que manejan el negocio desde allá arriba. Los que discuten nuestros sueldos en un escritorio.

Otra cosa en la que decaigo es cuando para tramites formales piden nuestros datos y llega la pregunta: ¿profesión? la de BAILARÍN no esta ni por chiste. No existimos. Pero desde allí parte nuestra aflicción. Allí mora la raíz de todo esto que viene tropezándose con las instancias gremiales de nuestro país. No nos conocen. Realmente esto es una profesión? se preguntan. Y dan ganas de responder:

"ESTO ES MAS QUE ESO. ESTO ES UN COMPROMISO, UNA LABOR HUMANA, UNA DISCIPLINA EN LA QUE SOCAVAN PROFUNDAMENTE LAS ARTES. EL EMPLEO MAS DIFÍCIL. UNA EXIGENTE CARRERA QUE VIVE DE AMOR Y MAS AMOR PORQUE DE PAN YA HUBIERA MUERTO".




miércoles, 2 de marzo de 2011

martes, 1 de marzo de 2011

El lugar donde nos dejamos



Se escuchaban risas de chicas sin ningún complejo. Un vaso se caía al suelo provocando un ruido estridente, y mas risas como que si lo que pasaba era el mejor chiste de la mañana. Una licuadora, un tarareo de alguna canción para niños de una emisora cubana, un grito de queja porque se quemaba el café. Una mañana clara, iluminada con una montaña dibujando la ventana. Cabelleras largas brillantes, despeinadas... quizá alguna sostenida por una pañoleta. Una cabellera rubia como el oro, una negra como azabache, una como el color de la miel. Se quemaba el café y a otra se le desbordaba la leche. Apuradas porque se había pasado tanto rato en desayunos frescos y charlas de lo existencial, de lo que se tenia y no, de lo que se quería y no, de lo que no gustaba y encantaba... del amor y de emoción.

Solo quedaba un poco de tiempo para vestirse y terminar de alistarse, y corriendo llegar a trabajar. El bus, la maleta, el bolso, el pasaje, y la bolsita con un termo de café.

Regresar al final del día agotadas pero con ganas de seguir riendo, de contando y de oyendo cada cuento de lo que juntas ya habían vivido desde la mañana. La ducha abierta, jabones y cremas. Vestidos de un cuarto a otro para saber cual quedaba mejor, a cual cuerpo, y a qué color de cabello le iba perfecto. Prendas que serian la gala y coquetería para terminar el día con la persona indicada de la que comentábamos en la mañana.

Aura, aromas, brisa fresca, risas, risas...

Emocionadas, y si, enamoradas. Las tres mirando estrellitas, corazones palpitando, ilusionadas, atontadas. Viviendo emociones, queriendo vivirlas. Haciendo lo que se pudiese para llegar al umbral de nuestra pasión.

"Corre, en cinco minutos llegan a buscarnos" Perfumes... y risas. Que no se enteren de que mañana hay una función y estamos saliendo a las nueve de la noche a continuar gastando el día, y con quien quisieramos gastarlo. Emocionadas, una vez mas. Porque había un y otro interés en cada una de ellas por ellos, los que entraron, los que se involucraron a nuestras risas, a nuestras vidas, a nuestras alegrías diarias.
"espero por el"- "quiero verlo hoy"-"viene hoy y se queda"-"las rosas que me regaló"-"a donde me llevó"

Esperaron luego. Apostaron. Confiaron. Esperaron. Allí estaban juntas aún riendo y en adelante esperándolos. Pero de repente ya no hubo nada. Hubo lágrimas y llantos. Puertas cerradas, sin perfumes. No mas risas en el desayuno. Llamadas amenazantes. No más de eso bonito juntas. No más café quemado y canciones cubanas de alegría. Los cuartos se fueron quedando vacíos y solitarios... sin energía y espíritu alegre. Ni ellos con las rosas, ni el "a donde me llevó hoy".