viernes, 11 de febrero de 2011

TRASTOCADA

Bueno, y cuánto cuesta verte otra vez.
Ya no estas por aquí ni por allá.
Te llevo el viento hostil y la amarga conjetura de que estarás mejor.

Despierta! ya no te escucho reír, ni siquiera quejar.
Cuando dormías a siesta se escuchaba tu entrecortada respiración
que quizá la provocaba mi aparición.

Bueno, y cuánto cuesta tocarte otra vez.
Tu cabello se quedaba pegado en la almohada que yo desde siempre olia.
Te fuiste con la luz que desaparece los horizontes cada mañana.

Regresate, date la vuelta! Hasta dónde piensas llegar.
Cuando estabas de verdad miraba tu pecho y provocaba volver a nacer
para mirarlo otra vez.

Ya no estas. Sueño a diario con que quieras regresar.
Que no te lleva el viento ni la luz suspicaz.
Que permaneces en este tiempo, o en el que era "aquellos tiempos"
No en el venidero, no en el que conozco y duele para matar.

Bueno, y qué cuesta responderme cuánto cuesta creer que no te has ido o que volveras.
Que diste la vuelta, que te arrepentiste, que te regresas porque tambien te duele a ti no estar.