sábado, 1 de septiembre de 2012

Danzavoces publica mi nota


Texto de Karla Medina


El Teatro Municipal de Caracas fue sede el pasado domingo de la Gala de las Estrellas del Ballet Ruso, en el marco de los “Días de la Cultura Rusa en Venezuela”. Todas las butacas ocupadas, público de pie, y una cola de aproximadamente veinte personas que no lograron entrar.
El repertorio estuvo constituido por clásicos y neoclásicos interpretados por primeros bailarines y solistas de los distinguidos teatros Mariinski y Mikhailovski de San Petersburgo, así como el Bolshoi de Moscú.
Allí, entre la excelsa técnica de una escuela fundadora, condiciones físicas favorables de sus ejecutantes y coreografías magistrales de los mejores en la tarea de la creación, disfrutamos de lo que en la escuela, el maestro alecciona con tanto afán y disciplina para llegar a la perfección que amerita la técnica clásica. Allí estuvimos deleitándonos y sorprendiéndonos con cada uno de los pasos de las ocho cuentas de las estrellas del ballet ruso.

La Tarantella de George Balanchine fue interpretada con muchísimo júbilo, el rostro de Denis Medvedev también bailaba junto a sus pies en completo en dehors con los gestos más salerosos de toda la noche. La Julieta del Adagio de Romeo y Julieta de L. Lavrovsky fue tan dócil como una verdadera niña enamorada. Otro que interpretó cumplidamente su personaje fue Philipp Stepin, en el Pas d’esclave de El Corsario. El primer acto también estuvo animado con los ballets Pas de Deux Talismán, Adagio del Ballet Espartaco, y Baile de los Fantasmas

Mientras que en el segundo acto nos vimos atrapados con Odile del Pas de deux del Lago de los Cisnes de M. Petita cuando Anastasia Kolegova logró su interpretación con gran expresividad además de su virtuosismo técnico, como si cada paso del cisne negro no tuviese ninguna dificultad. Luego continuó el Adagio de Scheherezade, Valse de Viena, Aguas de Primavera, La Muerte del Cisne, Pas de deux de Don Quijote, y nuevamente el que le dio vida a la Tarantella lo vuelve a hacer con Gopak de Taras Bulba.

Así finalizó la noche de Rusia en el Teatro Municipal de Caracas. Siendo este un acto de enriquecimiento cultural para nuestro país, una forma inteligente de integrarnos al desarrollo de las artes con el resto del mundo. Una bonita forma de compartir sus legados, y riquezas humanas con nosotros.