Hace diecisiete días mi mamá murió. (no pensé nunca escribir una frase como esta) Sufrió con cáncer cuatro años. Fue una de las mujeres escogidas por no se quien para llevar consigo esta enfermedad. Ella hizo al pie de la letra lo que su doctora (Ivana Nasr) le receto. Se le coloco todo tipo de veneno para células cancerigenas en su cuerpecito, por sus venitas. Y este veneno fluyo, transcurrió, invadió todo su organismo. Flotaba por sus venitas, se ligaba en su roja sangre, hacia burbujitas en ella, flotaba, jugaba... pero NO paró nada, no hizo nada. Solo destruyó su organismo; células malas y buenas, todo lo bueno que andaba por alli.
Ningún día de su vida, a partir del día que se lo diagnostican, fue un día feliz, fue un día normal o tranquilo. Sin embargo, ella tenia ganas de vivir. Tenia muchas ganas de superarlo, de ser fuerte y salvarse, de creer en Dios y en su fuerza como ser humano. A la vez luchaba con la depresión y el tratar de entender por que a ella le pasaba esto.
Mi madre era muy joven. Mi madre apenas vivió y disfrutó de lo que procreo.
Una de sus ultimas peticiones fue que averiguaramos en que lugar del mundo tenían avances para convatir el cáncer, y diez días luego de esto estaba en brazos de mi papa respirando sus últimos momentos.
Murió junto a nosotros. Hacia un grandisimo esfuerzo para respirar. Su boca estaba abierta, llena de sangre muy oscura, sus ojos cerrados pero el izquierdo apenas mostraba lo amarillento, entreabierto. Nos escuchaba, pero no hacia ningún tipo de gesto. Estaba tirada de espalda sobre el pecho de mi papa, yo sostenía una mano que apenas tenia pulso. Mis hermanos se movían de un lado a otro de la cama desesperados. No sabíamos que hacer, no entendíamos la muerte, pero tampoco queríamos mas su dolor. Agonizaba. Nunca había visto a alguien de esta manera, nunca había visto como una persona trataba de aferrarse al aire, al oxigeno para mantenerse viva. Cada vez era menos su ritmo respiratorio. Se le iba por mas de tres segundos que para mi eran eternos, y de pronto volvía. Deseaba darle el aire mio, pasarle la fuerza de mi corazón, pero a la vez no. No quería verla sufrir mas. Me tocaba sufrir a mi al verla partir, me tocaba a mi sentir parte de su dolor al verla morir.
Ya no respiró mas, le dijimos que la amábamos y que siempre seria así. Mi papa dijo "descansa mi amor", y en unos diez segundos mas ya no tenia pulso. Mi mamá ya era un cuerpo sin vida. Estaba fría. Murió de un derrame abdominal. Todo este dia (06-07-10) vomitó sangre. Aproximadamente dieciséis horas vomitando sangre que se había expandido por todo su estomago. Sabíamos que ese dia iba a acabar, y ella ya no iba a estar, sabia que era el día mas doloroso de mi vida. No habrá otro, no hay dolor mas grande, no existe, no hay motivos de dolor mas grande, lo se.
El dia 06 de julio del año 2010 a las 10:30 p.m. mi madre muere. Yo soy la persona mas triste del planeta, mis hermanos son los hijos mas tristes del mundo, mi padre el esposo mas triste de la vida, mi abuela la madre mas triste de la vida, mis tios los hermanos mas tristes del mundo. Ella , es Betzabeth Josefina Mota de Medina, la mujer mas dulce, mas buena, sencilla y noble del planeta. No lo digo yo, lo dicen todos.
No pense escribir sobre esto. Mi dolor supera todo lo que se pueda decir. No se que hay que hacer, ni la hora de que es.
