Escupo sangre a veces. Me froto la cabeza contra la almohada para ver si no estoy dormida. Ronco a ensordecer. Respiro más corto que como era normal. Normal... normal? qué es normal?
Quizá este enloqueciendo un poco más de lo que ya venia haciéndolo hace cuatro meses atrás. Ahora me ponen un corcho en la boca para no decir mas estupideces, para no quejarme tanto por banalidades, para no chillar más, y me dicen: ahora todo es en serio, ahora tienes en que ocuparte, ahora lo que te hacia preocupar hace unos cuatro meses, no es tan grande como lo que te toca de ahora en adelante.
Quizá este enloqueciendo un poco más de lo que ya venia haciéndolo hace cuatro meses atrás. Ahora me ponen un corcho en la boca para no decir mas estupideces, para no quejarme tanto por banalidades, para no chillar más, y me dicen: ahora todo es en serio, ahora tienes en que ocuparte, ahora lo que te hacia preocupar hace unos cuatro meses, no es tan grande como lo que te toca de ahora en adelante.
Si no las di, las doy ahora: GRACIAS!
Amiga mía. Estoy repleta de cosas en la cabeza y en el cuerpo. Estas cosas tienen diversas formas, tamaños, estilos y hasta cabellos. No se como abordarlas aun, y no se como darles sentido. No me siento preparada para colocarlas en orden, creo que quedaran desordenadas.
Pero ahora me toca decir... gracias!
Estoy rellena, estoy repleta. Se nota hasta en el cuerpo. Cuerpo que cambia y se agranda cada día un centímetro más. Centímetro a centímetro va creciendo. Amiga mía, esto no está fácil.
Pero lo mejor de todo esto, sabes que es? que me esta haciendo feliz, extrañamente feliz. No estoy enferma, ni me estoy muriendo amiga, estoy más viva que tu, y que otros más. Y tengo más sangre, y tengo más cabello, y tengo más latidos de corazón, y tengo más hueso, y tengo más cerebro, y es que tengo hasta otro sexo adentro.